30 de mayo de 2007

Matemáticas y estilo de vida

Si tuvieras que dar un giro a tu vida… de cuántos grados sería? Esta pregunta surgió en mi cabeza hace algunos años cuando una buena amiga mía, me dijo que quería darle un giro de 360 grados a cierto aspecto de su vida, por lo que me pregunté: ¿qué sentido tiene dar un giro de 360 grados, si de todas formas quedarás en el mismo punto?

Traté de explicarle a mi amiga que era mejor un giro de 180 grados que uno de 360, pero su naturaleza humanística (por la carrera que estudiaba) no le permitió entender de qué diablos estaba hablando cuando dije que un ángulo de 360 grados dibujaba una circunferencia que comenzaba y terminaba en el mismo punto (:S).

Lo más extraño del asunto es que a lo largo de estos años he estado pensando en esta teoría de los giros y, me he dado cuenta que un giro de 180 grados bien podría dejarte viendo hacia atrás o cabeza abajo –dependiendo del eje que escojas para dar el giro ;)- lo cual no parece muy saludable en ninguno de los casos.

Si la solución no es un giro de 180 ni uno de 360, entonces qué se supone que debe hacer la gente que desea dar un vuelco a una situación o hacer un cambio verdaderamente “radical” en su vida, y que a su vez este no lo deje mirando atrás o cabeza abajo? Me parece que la solución es mucho más sencilla y menos brusca de afrontar para la mayor parte de la gente común, que como bien se sabe le cuesta adaptarse a los cambios en mayor o menor medida (a pesar de que lo único constante en la vida es el cambio en si mismo).

La solución podría ser simplemente hacer giros de pocos grados que le ayuden a enderezar lo que aparentemente pueda estar torcido y, así como un par de líneas que nacen de un punto X, formando un ángulo de unos pocos grados, se separan cada vez más a medida que la distancia al punto de origen se hace más grande, la persona podrá conseguir resultados totalmente distintos con un pequeño cambio que al principio, aparentemente, no representaba nada grande en lo absoluto.

Con estos pequeños giros me refiero a cosas sencillas como levantarse cinco minutos más temprano para ir al trabajo, sonreír un poco más, dar las gracias, dar los buenos días elevando un poquito más la voz, etc. Cosas que en principio pudieran no parecer importantes pero que pueden ser determinantes en los resultados obtenidos a lo largo del día y, los resultados obtenidos en un día pueden ser base para muchas mejoras a futuro.

Quizás haga falta muchos pequeños giros a lo largo de nuestra vida, unos sumando grados y otros restando, hasta que, por un camino más parecido a un zigzag que a un sendero recto, hayamos alcanzado el verdadero cambio deseado.
Powered By Blogger